Los tiempos de la dictadura ideológica intentan volver.

Nuevamente los jueces de este pais se creen en la potestad de decirnos lo que debemos creer, lo que esta bien y lo que está mal, según sus criterios, saltándose la libertad de pensamiento de los ciudadanos y sus derechos fundamentales.

Parece ser que las libertades en este país se mueven según el gusto de cuatro señores encumbrados en la interpretación de la ley, que últimamente más que imparcial tiene colores muy claros y no son los de la defensa de de las libertadas de los ciudadanos, más bien los caprichos de los amiguetes.

Que pena seguimos el camino del pozo negro.