VIAJE A VERA-NATURA: La llegada.

Antes de empezar el relato de la estancia de Vera, hacer mención que la falta de red ha hecho que todos se concentren en un par de día posteriores a su desarrollo.

Vista desde el apartamento del complejo.

La salida desde casa fue temprana, a las 7:10 ya estaba cogiendo la carretera camino de Vera, salvo en las intersecciones típicas de Madrid, todo ha salido fenomenal, cada vez que me alejaba de la gran urbe mejor, menos tráfico, más fluido, más tranquilo. Un par de paradas para que descansar y entraba a las 12:50 en la Urbanización Naturista de Vera.

Me dirigí a la recepción de Vera-Natura donde realice la inscripción y confirmación de mi reserva. Espere a que mi apartamento estuviera terminado y me dirigí hacia el bajo las indicaciones de la recepcionista, la verdad es que me costo un poquito encontrarlo, pero me lleve una agradable sensación al entrar; la terraza erá magnifica y con vistas al mar, no en primera linea pero contemplo según escribo estas lineas el mar. Comedor espacioso, un dormitorio amplio, cocina luminosa y baño igual.

No pude esperar, me quite los trapos del viaje, tome una toalla y me largue a buscar un teléfono para llamar a casa ya que me deje el móvil al salir por la mañana. La primera sensación de andar por las calles de Vera-Natura solamente con unas zapatillas y una toalla en la mano ha sido magnifica, me he cruzado con gente vestida y desnuda, pero da lo mismo, cada uno a lo suyo y si no es así me importa muy poco. Una vez avisados de mi llegada me he dirigido a buscar un sitio donde tomar algo, un restaurante mirando al mar donde me quite el hambre con una hamburguesa y dos cervezas fresquitas; todo esto desnudo claro esta al igual que las numerosas personas que disfrutaban en el restaurante.

Para bajar un poco la comida no estuvo mal el paseo por la playa, en donde comprobé la diferente temperatura del agua entre mi anterior estancia por estos lares y hoy, mucho más caliente.

Después me toco ponerme los trapos nuevamente para acercarme al supermercado y comprar las viandas que me faltaban, en lo que no tarde mucho. Dejadas en el apartamento baje a disfrutar de la piscina y del sol nuevamente sin trapos, no mucho tiempo ya que no conviene atracarse de sol el primer día.

La jornada termino con un paseo por la playa y parte de la urbanización , para conocerla, disfrutando del sol de la tarde y pensando que voy a preparar para cenar esta noche. Aunque si cuento la verdad termino en el chiringuito de PuntoNat tomando una de sus cervezas.